A los pies del Turó de la Piera se extiende este barrio barcelonés que forma parte del distrito de Nou Barris.
En sus inicios, la extensión estaba totalmente cubierta por pinares, de ahí que sus primeros habitantes se dedicaran a la explotación de la brea.
En 1929, coincidiendo con la celebración de la Exposición Universal en la ciudad condal, se construyeron las primeras casas unifamiliares sobre los terrenos en los que, hasta entonces, solo habían sido poblados por enormes extensiones de pino.
Estas viviendas se destinaron a realojar a los trabajadores que habían contribuido al levantamiento de los diferentes conjuntos arquitectónicos que se promovieron en Barcelona con motivo de la Exposición.
Desde hace unos años, el barrio ha estado en continua transformación y se han venido sustituyendo esas viviendas iniciales por nuevos bloques adaptados a las necesidades habitacionales actuales.