El barrio del Raval, enclavado en el distrito de Ciutat Vella, se inicia en el s.IX con la construcción del monasterio de Sant Pau del Camp. A su alrededor, se constituyó una pequeña villa medieval vinculada al Monasterio en la que sus habitantes se dedicaban a las labores del campo y la artesanía .
Durante la Edad Media, el barrio alcanza su plenitud, constituyéndose como eje de entrada a la ciudad condal por todos los caminos que lo rodeaban: el portal de los Tallers, por donde los campesinos introducían las mercancías para abastecer Barcelona; el portal de Sant Antoni y el portal de Santa Madrona, junto al mar.
Pero todo este auge finaliza en el s.XIV por las dificultades económicas y sanitarias que atravesó la Ciudad Condal debido al desplazamiento del comercio marítimo a los puertos atlánticos y al hundimiento demográfico como consecuencia de repetidas pestes y epidemias.
Entre los siglos XVIII y XIX se llevó a cabo la industrialización del Raval. Se instalan innumerables fábricas y se construyen viviendas para los trabajadores de origen rural.
Más adelante, ya entrado el s.XX, se produce la desindustrialización del Raval, convirtiéndose en un barrio de viviendas para las clases con menor poder adquisitivo.
Ya a finales del s.XX, con la explosión de la Ciudad Condal como ciudad top mundial y la llegada de una nueva ola migratoria, hace que los habitantes originarios del barrio se desplacen a otros puntos de Barcelona.
Actualmente, podemos afirmar que, tanto las viviendas del Raval como sus habitantes, se dedican casi en exclusiva a la explotación del negocio turístico barcelonés.